lunes, 7 de septiembre de 2015

Bodas y Sorpresas

El pasado día 5 de septiembre fue un día muy especial para un miembro muy querido en la banda: nuestra compañera Gloria se casaba en el Santuario de María Auxiliadora.

Un día señalado para la pareja y también para la banda. Y es que si pensaba tener una boda tranquila...

Todo comenzó con una idea. Gloria se casaba y, en recuerdo a la "pequeña gran sorpresa" que le dimos a nuestro director hace casi un año, no se nos ocurrió otra cosa que llevar de nuevo a cabo un pequeño gesto con gran significado para todos.

La primera parte fue sencilla, ya que enseguida nos entusiasmamos con el plan, asi que tras las vacaciones y pasada la feria, tuvo lugar el primero de los ensayos. No teníamos demasiado tiempo, pero si muchas ganas de compartir el momento con la pareja.

Llegó el día, reunidos todos con tiempo en el local de ensayo para ultimar los últimos detalles a la espera de que nuestros "infiltrados" nos dieran el soplo.

"La novia ya ha entrado" fue la señal para que emprendiéramos el corto camino hasta el lugar del enlace, dando un rodeo por si acaso alguien nos veía o nos escuchaba, un camino sembrado de risas, algunos nervios, comentarios "Cayetano...no te pongas a soplarle al clarinete ahora" "Señores, vamos a no gritar que nos va a oír antes de que lleguemos" además de un triángulo que casi marcaba el ritmo de la marcha.

Una vez llegamos, nos colocamos junto a la puerta. Ya solo nos quedaba esperar...

Mientras en el interior se casaban...

...la banda esperaba fuera. Lo extraño es que no nos escucharan.

Todos atentos a la señal de Curro, sonó la marcha nupcial de Wagner mientras ellos abandonaban la iglesia.

Alberto y Gloria, los recién (y sorprendidos) casados

Tras la alegría y la emoción inicial (más abrazos, alguna lagrimilla y un par de "fotos de familia") la banda interpretó Oblivion de Astor Piazolla, un tango especial en honor a Alberto con solo de clarinete a cargo de Cayetano Duque y que como más tarde supimos emocionó a los amigos de la pareja.






Nuestra sorpresa finalizó con el pasodoble Rafael Azcona, uno de los favoritos de Gloria.

Fue nuestro pequeño regalo, algo que no cuesta nada a nivel económico pero con mucha importancia a nivel personal, que queda en la memoria de todos y con el paso del tiempo se recuerda con mucho cariño. 

Bienvenido a la familia Alberto. ¡Felicidades!

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